Tener hipo es algo normal, aparece tanto en bebés y niños pequeños como en adultos. Cuando somos nosotros quienes lo sufrimos no nos asustamos porque lo hemos normalizado. Sin embargo algunos padres, sobre todo primerizos, sufren y se asustan cuando éste aparece en sus bebés.

Lo primero que tenemos que tener claro es que no es algo que cause dolor al peque. Es más incómodo que molesto. El hipo es una toma de aire violenta y repentina que es causada por la contracción involuntaria del diafragma y los músculos intercostales a la vez que se cierra la glotis. Ya que en los recién nacidos el sistema nervioso y digestivo no está del todo maduro, pueden sufrir hipo más a menudo.

El hipo puede causarse por gases, por comer mucho o cambios de temperatura muy bruscos. Podemos intentar evitar aquello que lo causa teniendo cuidado con las corrientes de aire o controlando que coma despacito y cantidades normales pero aún así puede que el nuestro hijo lo sufra igualmente.

En cualquier caso, si vemos que el hipo dura más de tres horas diarias o que al peque le molesta tanto que termina llorando o que incluso dura más de 24 horas deberíamos acudir al médico.

 

[Foto: Sergiu Bacioiu]